El domingo por la noche se celebró el muy publicitado «Argentina Debate» entre los dos candidatos presidenciales del balotaje. Desde Bandera Vecinal ya advertimos hace semanas que ambos contendientes son parte del mismo sistema de dominación y coloniaje, y en nuestra publicación oficial, el periódico «Bandera», fundamentamos en detalle por qué conforman las dos caras de una misma moneda. El resultado del debate validó y reafirmó la posición del Nacionalismo: ni Macri ni Scioli pudieron, a lo largo de una hora y media, sostener o defender con un mínimo de claridad sus proyectos, ni dar siquiera una idea cabal de cuáles serán sus verdaderas políticas de gobierno.
El postulante kirchnerista se mostró agresivo y algo nervioso a la hora de exponer y preguntar, pero a la vez totalmente evasivo cuando tuvo que responder. En contradicción permanente, por un lado exaltaba los supuestos logros del actual gobierno, al tiempo que caía en un súbito estado de negacionismo y rechazaba cualquier vínculo con la Casa Rosada cuando se le observaban las falencias del oficialismo. El candidato de Cambiemos, por su parte, tuvo un discurso muy ensayado y prolijamente pronunciado, lució más tranquilo, pero apeló a generalidades como forma de esquivar precisiones sobre la política que aplicará en materia económica. Y esto último no es menor, ya que si Macri asumiese la presidencia y fracasase en ese aspecto, sus promesas en educación, salud o vivienda serían imposibles de cumplir.
Ninguno de los candidatos respondió qué hará con la ilegítima deuda externa que viene agobiando a nuestra Argentina, ni tampoco hablaron sobre la defensa de la vida y la familia, ni aportaron un plan concreto en materia de seguridad. Tampoco explicaron cómo piensan solucionar el preocupante proceso inflacionario, ni abordaron el problema que representa la inmigración ilegal que desborda nuestras fronteras. También fue notorio que la Causa Malvinas jamás fuera mencionada por los candidatos, algo lógico si atendemos a los públicos lazos y condicionamientos que ambos tienen con Inglaterra, Estados Unidos y los entes supranacionales.
Como ya manifestó Bandera Vecinal, gane quien gane, la Argentina padecerá una presidencia débil, carente de fuerza y de poder reales, con tremendas presiones del exterior, y todo ello en el marco de una profunda crisis social y económica.
Con responsabilidad y visión de futuro, el Nacionalismo continuará trabajando en la construcción de una auténtica alternativa Patriota, libre de todo compromiso con el extranjero, que sea capaz de defender y llevar al triunfo el interés superior del Pueblo Argentino.
Secretaría de Prensa
Partido BANDERA VECINAL
Nacionalismo Argentino Militante
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