Por Juan Carlos González Costa

El ingeniero Mauricio Macri ha cometido en los últimos días algunas acciones que ponen de relieve su verdadera convicción antidemocrática y su vocación autócrata, cosa que se torna endémica en la clase política Argentina desde 1983. Así lo sentenció el primero de los autócratas de este período llamado «constitucional». el Dr. Raúl Alfonsin, cuando reconociéndolo dijo: “Hemos conquistado La democracia, ahora debemos aprender a ser demócratas”, reconociendo de esta forma que él tampoco lo era.

Ciertamente en estos más de treinta años del período electoral y digo bien, ya que no aludo a la Constitución, porque ésta ha sido vulnerada una y mil veces en estos 32 años por todos y todas, al decir de “La Rosa de Luxemburgo argentina» venida de El Calafate, parece que todavía no hemos aprendido a ser auténticamente democráticos y respetuosos de la Constitución y las Leyes, de las que como demócratas deberíamos ser esclavos. Recuerdo la petulancia y atrevimiento del Dr. Alfonsín manifiesta en el ambón de la parroquia Stella Maris, respondiendo a la homilía de aquel sacerdote o la reprimenda al militante aquel que gritaba en un acto, con la frase “gordito, a vos no te va tan mal” También Menem tuvo lo suyo, con presuntas ironías que intentaban ser graciosas y que la muchachada acomodaticia festejaba como grandes ocurrencias.

Ciertamente, el ingeniero Macri al que el grupo Clarín y otros medios de comunicación presentan como la antítesis a “la autocrácia Kirchnerista”, ha demostrado no ser tan distinto a pesar de la propaganda y su esforzado discurso. Los antiguos Romanos sentenciaban “Res non Verba”, y los hechos se contradicen con los dichos. Este gobernante ha violado sistemáticamente la Constitución de La Ciudad y la Ley de Comunas, ahogándolas sin presupuesto, adjudicándoles solo el 0,03 % del Presupuesto cuando lo que corresponde por ley es el 0,5 del total. Tampoco ha cumplido con la Ley 4007 Ley de Foros de La Seguridad Publica, que da participación ciudadana en este tema tan caro a la población de La Ciudad, la que no fue implementada en su totalidad durante toda su «gestión». Macri también «crucificó», a propósito de la semana Santa, literalmente a Gabriela Michetti, al manifestar su preferencia en las PASO por Rodríguez Larreta, quien rechazo los 15 debates propuestos por Michetti, imitando la actitud del kirchnerismo más rancio, una actitud poco democrática del jefe de un partido político. Macri menospreció además la labor y participación de Michetti en lo que él considera su gestión personalísima, adjudicándole un papel secundario y solo como legisladora, como si ello no fuera fundamental en un proceso democrático.

Pero además de todo esto, el ingeniero ha violando la ley electoral en su autócrata cosmovisión del uso del poder. Así, y con esta actitud que considero propia de un príncipe ruso del Medioevo, ha dado claras directivas a su ministro de Justicia, Dr. Montenegro, para que demore lo más posible la erogación de los fondos que corresponden a los Partidos Políticos una vez oficializadas las listas. Esta demora lleva más de 14 días a fin de sacar de las calles y de las publicidades a todos sus adversarios, mientras el PRO usufructúa dineros espurios logrados en la cena de La Rural, todos de dudosa procedencia, y aprovecha los fondos desviados mediante la ejecución parcial del Presupuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al mejor estilo kichnerista… Unos tan sucios como los otros, todo un buen aprendiz de brujo el ingeniero.

Juan Carlos González Costa
Candidato a Legislador Porteño
Bandera Vecinal Lista 327
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